"Lit"
Todas las cosas que he tenido en mi vida, jamás han nacido de parto natural ni han cumplido del todo cómodamente su función principal. Así te puedo contar de mi primera bicicleta a la que no se le adaptaban bien las rueditas dejándome lejos del paso de mis amigos, o mi último auto al cual no le sentaba bien el GNC y le fallaba el arranque por un problema en la bomba de nafta. Algo así como un castigo de otro mundo ha sido cada posesión, cada anhelo llegó pero, como en esas malas películas de terror de genios psicópatas, con una moraleja odiosa o un pseudo castigo no sé por qué luego del chasquido de dedos; NUNCA nada me resultó directo y sin problemas para morir su vida útil y se acabó. Hasta hoy podría enumerar, podría decir que el móvil que tengo a mi izquierda, es una belleza pero no es bueno cargando batería ni dura nada desenchufado, si ¡desde ya! adivinaste, está enchufado ahora, es un maldito yonki’ del 220v.
A sabiendas de esto y aunque, a través del cristal siguen apareciendo deseos que, como una tormenta de mil dioses, lo golpean pero no lo rompen, el fuego baila del lado equivocado; y hablando de romper, todo aquello que no surgió del modo que contaba, lo arruiné, si, lo arruiné como para cumplir el designio, como que nada puede en esta (mi) vida ir por el camino recto; es de locos.
Todos quieren ponerse el traje de Superman y salir a rescatar al mundo, yo siempre preferí los lentes de Clark Kent, de esa forma alguien más podría salvarlo de manera efectiva, tener quizá mejor batería en su celular; nadie jamás pudo salvar el mundo, se sabe, pero todos los hombres nacemos con ese deseo, lamentablemente mi pragmatismo me lleva a buscar una mejor opción que mi persona, tranquilo que es igualmente decepcionante y agrio, ¿quién dijo que lavarse las manos es satisfactorio?
Las flores más hermosas son las que más cuestan florecer y que más rápido se degradan, es paradójico pero en su momento de mayor esplendor cae el primer pétalo, y el segundo, y así hasta morir de belleza, es una buena forma de morir: "de belleza"; el consuelo del tonto en el caso es que quizá por eso nada me vino directo, o duró mucho: Eran flores realmente bellas. En algo hay que creer.
Soy hijo de una generación que no hizo bien los deberes y nos dejó un llano en todas las asignaturas, así vagamos confundidos e insatisfechos, somos adictos a ese malvenir de la bicicleta y sus rueditas; "a los predestinados al laberinto" decía Nietzsche, supongo que nos hablaba a nosotros, los que nos siguen son apáticos, fríos, individuales, pero directos y quizá más felices, si es que esa palabra la registra su vocabulario, ahora todo se dice distinto, Lit.
¿Qué hacer siendo la Corea del Centro en un mundo que se disputan dos grupos etarios? El anterior ocupa puestos importantes y toma decisiones, el siguiente va con el curso de los acontecimientos adaptado, adaptándose. Pero esto tenía que ver con mis deseos, aun siendo tan mal escritor puedo unir las cuestiones, la frase es simple: "No tengo Derecho"; no, es rotundo pero "aceptar" lastima menos, duele de todas maneras como un clavo en la sien pero de la otra forma a ese sufrir se le suma un aislamiento, el sistema te centrifuga o te señala con el dedo hasta obligarte a correr bien lejos y esconderte; ninguna de esas dos partes me va a brindar su derecho a duda. No puedo gritar a todos los vientos que tal o cual cosa me quiebra las piernas, la moral, lo que creía indispensable, fundamental, el suelo no es firme y todo se ha relativizado, o afirmás con la cabeza gacha o sos "el mal".
Así este cuento victimizante’ del muchacho y su auto que no arranca bien, ese que no quiere la capa porque le enseñaron que no es malo que lo haga alguien mejor, no tiene un final feliz, no tiene un final ni un remate en sí, porque al chico no tan chico le dicen que no sabe nada, que hacerse cargo aunque no sepa es "Compromiso", es "Mérito", y debe aprender más, que lo que creía tendencia ahora es orientación, lo que concibe no aceptable es comprensible o,.. es comprensible, debe quemar sus naves para construir puentes y negociar la prisión preventiva dictada a su "anticuado" sentir, pensar y creer, debe esconderse al oscuro a pitar y pensar diferentes soluciones a problemas que nunca le mostró el manual o creía relatos mórbidos de novelas de ficción; onanizar’ sus deseos y asentir los de moda. Es horriblemente redundante, o es justicia poética dependiendo quien lo lea, porque así "te acompaño en sentimiento" o "todo esto apesta de retrógrado". Es redundante...... ¿Ya lo dije? Todas las cosas que he tenido en mi vida, jamás han cumplido fácil su función... Ni los tiempos ni las ideas.
